Time to Value en la banca: cómo acelerar el retorno de la tecnología sin comprometer la seguridad

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De la integración de sistemas heredados al onboarding digital en tiempo récord: cómo las instituciones financieras logran mostrar valor antes de los 100 días.

El reloj del valor en la banca: ¿cuánto tarda en llegar el retorno de la tecnología?

Las apps nos acostumbraron a medir resultados en segundos. Pero en la banca, la historia es distinta: la transformación digital se mide en meses, e incluso, en años.

No es casualidad. Los bancos operan bajo estrictas regulaciones, altos estándares de seguridad y sistemas heredados que deben funcionar sin margen de error. En este contexto, el concepto de Time to Value (TTV) —el tiempo que tarda una inversión tecnológica en generar valor real— cobra un significado especial.

Lo que dicen los números

La complejidad de los proyectos financieros hace que los plazos sean diferentes a los de otras industrias.
Las implementaciones de alta complejidad, que incluyen integraciones, migraciones y miles de usuarios, suelen tardar entre 60 y 120 días en entregar valor pleno.

Lejos de ser una demora, estos plazos son realistas y necesarios en un entorno donde la seguridad y la estabilidad pesan tanto como la velocidad.

Casos reales que ilustran el desafío

  • BBVA redujo su proceso de onboarding digital de varios días a minutos.
  • BBVA Bancomer desplegó firma biométrica en 12.000 sucursales en solo 5 meses.
  • Bendigo Bank (Australia) tardó 13 meses en unificar más de 30 sistemas heredados.
  • DBS (Singapur) y BCP (Perú) transformaron no solo su tecnología, sino también su cultura digital.
  • NAB (Australia) migró a la nube para mejorar agilidad y resiliencia.

Cada caso demuestra la misma tensión: la rapidez es posible en módulos puntuales, pero la transformación integral lleva tiempo.

El caso de N5: resultados en semanas

En Latinoamérica, varios bancos emprendieron una digitalización junto a N5, con un objetivo ambicioso: lanzar productos digitales en menos de tres meses.

El proyecto le valió a la compañía el Microsoft Partner Award a “La implementación más rápida del mercado (desde 100 días)”.
En solo 4 semanas, los bancos ya contaban con un onboarding digital operativo.
A los 60 días, sumaron scoring crediticio y gestión de riesgo.
Y en apenas 90 días, ya mostraban resultados medibles: más aperturas, validaciones más ágiles y clientes más satisfechos.

“Mostramos un piloto en semanas y luego agregamos capas de valor”, explicó un directivo.
“Así, el directorio vio retorno temprano mientras seguíamos construyendo”.

Una estrategia en fases que demuestra que la velocidad y la solidez pueden convivir.

Dos momentos clave del Time to Value

  1. Valor básico: el primer beneficio observable, alcanzable en días o pocas semanas.
  2. Valor extendido: el despliegue total del potencial, que en la banca suele lograrse entre 60 y 120 días.

Expectativas realistas, confianza sostenida

La banca no compite con la velocidad de las startups, sino con su propia necesidad de seguridad, cumplimiento y confiabilidad.

El desafío es mostrar avances intermedios que mantengan la confianza de los equipos internos y los directorios, demostrando que cada etapa del camino suma valor.

Porque en un mundo que exige inmediatez, el mensaje del sector financiero es claro:
La rapidez importa, pero la solidez importa aún más.

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