Musk se sube a la ley ómnibus para que sus autos lleguen a Argentina: el rol de la inteligencia artificial

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Regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) es más que una necesidad; es un imperativo para asegurar que esta tecnología avanzada se emplee de manera ética y responsable en beneficio de toda la sociedad.

Recientemente, la Unión Europea (UE) dio un paso importante al aprobar una regulación pionera para el uso de la IA, estableciendo estándares y directrices claras para su utilización. Sin embargo, al mirar hacia América Latina, percibimos una realidad diferente. Solo Brasil, Chile y Perú tienen regulaciones específicas para la IA, mientras que en Argentina, aunque existen iniciativas de organizaciones, estas están principalmente enfocadas en proponer recomendaciones para el uso ético y confiable de la IA.

En este escenario complejo y en constante evolución, es crucial estar presentes en discusiones que impactan todo el mercado financiero. Es por eso que nuestro CEO, Julian Colombo, contribuyó recientemente a un artículo, compartiendo su visión sobre el tema.

Siga a continuación el artículo completo.

La Unión Europea (UE) aprobó una regulación pionera para el uso de la Inteligencia Artificial (IA)negocio liderado por IBM, Intel, Microsoft, Google y Amazon Web Services, que alcanzará un valor de mercado de más de u$s300.000 millones en 2025.

A nivel regional, solo Brasil, Chile y Perú tienen una regulación específica para esta tecnología. En Argentina, existen iniciativas de organismos, pero enfocadas a proponer recomendaciones para un uso ético y fiable de IA.

El proyecto de Ley Ómnibus de Javier Milei abre la puerta a la circulación de vehículos autónomos. Eso se leyó como un guiño a Elon Musk, propietario de Tesla, que tiene la función Autopilot con esta tecnología

En el nuevo borrador que debate el Congreso figura la mención a «vehículo autodirigido» para habilitar a cualquier rodado con «sistema de conducción que no necesita de la intervención humana». Además, la norma autoriza a rodados «particulares, de pasajeros o de carga».

Uno de los hombres más ricos del planeta mantiene fluida relación con el libertario y hasta prometió visitar el país este año. También le interesan otros negocios, como la internet satelital que ofrece a través de Starlink o las reservas de litio del norte argentino.

Pero uno los puntos clave para el avance de los autos de Tesla en el país es una de las tecnologías asociadas. Se trata de la inteligencia artificial, ya que a partir de la información recibida por sensores y cámaras es capa la misma es capaz de identificar obstáculos, peatones y otros vehículos, vital para su sistema de conducción semiautónoma.

Es por ello que también es fundamental el avance en Argentina de esta innovación como también los alcances de una futura legislación específica al respecto.

Regulación de IA en Argentina: qué puntos se debaten

Juan G. Corvalán, director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la UBA (IALAB), señala que Argentina todavía no tiene un proyecto de Ley integral para regular la IA, pero sí documentos con foco en las buenas prácticas.

Además, se presentó un nuevo proyecto de ley que regula el tratamiento de datos automatizado. Califica como clave este avance «porque la IA tendrá un impacto enorme en los derechos fundamentales de las personas y, a la vez, es necesario brindar un entorno seguro a los desarrolladores».

Celina Rodríguez Sammartino, líder de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios de IBM Argentina, afirma a iProUP que hay que definir reglas de juego que, lejos de un obstáculo para innovación, signifiquen  «una oportunidad de lograr consenso sobre la transparencia, la ética y otros principios«.

En este sentido, Julián Colombo, CEO y fundador de N5, indica a iProUP: «Se piensa que el riesgo principal de la IA es la violación de la privacidad de las personas o la pérdida de empleos. Preocupaciones válidas, pero insignificantes comparadas con los efectos de una IA que tenga objetivos contrarios a los de los humanos«.

Sergio Candelo, cofundador de Snoop Consulting y presidente de CESSI, señala iProUP que, en muchos casos, la regulación de la tecnología entorpeció su desarrollo, si bien en el caso de la IA no establecer ningún tipo de legislación puede dejar expuestas a las personas a sesgos algorítmicos, invasión de privacidad o algún tipo de manipulación.

Para Corvalán la regulación integral de la IA debe abarcar algunos temas clave como:

  • Transparencia de los sistemas, garantizando que sus decisiones sean comprensibles en términos humanos.
  • Privacidad de los datos, estableciendo estándares para la recopilación y uso de información
  • Seguridad para prevenir usos maliciosos de la tecnología
  • Equidad y mitigación de sesgos para evitar la discriminación
  • Responsabilidades claras en caso de que se produzcan daños

«Avanzar en la regulación enfrenta desafíos: la innovación puede verse frenada y la complejidad técnica complica la creación de normas específicas. La falta de consenso en el plano internacional, la rápida evolución tecnológica y los desafíos jurisdiccionales son también obstáculos a considerar», asegura Corvalán.

Y resalta: «Pese a ello, el equilibrio entre la protección y promoción de la innovación es clave para un desarrollo ético y seguro de la IA«. Sugiere la implementación de sandboxes (entornos de prueba) para que empresas testeen productos o servicios que desafíen los marcos jurídicos y observen en la práctica desafíos y riesgos reales.

Rodríguez Sammartino remarca la importancia de garantizar la privacidad de los datos y la responsabilidad de las organizaciones para asegurar que la información esté protegida, almacenada de forma segura y sea utilizada de manera responsable.

«La IA se alimenta de datos y la privacidad se vuelve aún más prioritaria. La regulación debe garantizar a las personas que su información estará protegida y gestionada bajo principios de confidencialidad, mediante la implementación de un marco de cumplimiento continuo», enfatiza.

Colombo propone la autorregulación descentralizada, en la que grupos tecnológicos, inversores y universidades, entre otros, redacten reglas de actuación públicas y auditables.

«La regulación es siempre mucho más lenta que la innovación. El sistema político requiere extensos procesos deliberativos, en general liderados por personas que no tienen la capacidad técnica para comprender las fuerzas que están regulando», concluye.

Regulación de la IA en el mundo

El Consejo Europeo (integrado por los 27 jefes de Estado), la Eurocámara y Comisión Europea llegaron a un acuerdo sobre el primer Reglamento de Inteligencia Artificial, que busca dos objetivos:

  • Garantizar que los sistemas utilizados en la Unión Europea (UE) sean seguros y respeten los derechos de los ciudadanos
  • Estimular la inversión y la innovación en el ámbito, para convertirse en un competidor fuerte de EEUU y China

La Ley es única en el mundo y la UE busca posicionarla como modelo normativo para el resto del mundo, incluyendo Argentinaque históricamente se «inspira» en el boque continental para la legislación de temas tecnológicos.

Otro punto importante es que regulará la IA en base a su peligro: a mayor riesgo para las personas, más rígidas las normas que permitan o prohíban su uso, con multas de u$s8 millones a u$s37 millones.

También contempla el uso de esta tecnología en vigilancia y seguridad, establece qué sistemas y aplicaciones son permitidas y en qué ámbitos, y define pautas para el desarrollo y utilización de IA generativa, la que utiliza ChatGPT:

  • Las fuerzas de seguridad solo pueden usar las cámaras de identificación biométrica en espacios públicoscon previa autorización judicial y para prevenir una amenaza terrorista o identificar y localizar personas que hayan cometido delitos 
  • Prohíbe todos los sistemas de categorización biométrica por creencias políticas, religiosas, filosóficas, raza y orientación sexual; para calificar a las personas según su comportamiento o características; o crear bases de datos faciales
  • Los sistemas de IA generativa deberán cumplir criterios de transparencia y respetar derechos de autor

Para Corvalán, la legislación europea es ejemplar, al ser la primera ley del mundo «consensuada entre Estados para regular algo tan dinámico y capaz de producir efectos masivos, macros e imperceptibles«. Además, el enfoque integral aborda diversas dimensiones: transparencia, responsabilidad, equidad y seguridad.

«Pone énfasis en la ética e introduce normativas específicas para la IA de alto riesgo, como la obligación de realizar evaluaciones de impacto y la garantía de la supervisión humana en sistemas críticos«. Rodríguez Sammartino coincide: «Regula las aplicaciones de alto riesgo y promueve principios como transparencia, explicabilidad y seguridad».

Este «alto riesgo» incluye a vehículos autónomos, como el sistema de copiloto de Tesla, la fábrica de autos eléctricos de Elon Muskque puede tener vía libre para circular en la Argentina a partir de la Ley Ómnibus que debate el Congreso.

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