El genio al que llamábamos el “Viejo” decía que “lo que no son cuentas, son cuentos”. Y así nos inhibía de emitir opiniones que no pudiéramos defender con números. Gracias a eso, cada vez que me encuentro con una base de datos interesante, mi reflejo aprendido es aplicarle algunas técnicas estadísticas para intentar descubrir “verdades”. No tengo ningún interés particular en el basquet, pero es uno de los deportes con más información disponible. Lo que en realidad quería era entender un problema relacionado a la oferta y demanda de programadores y arquitectos de software y se me ocurrió una teoría que quería probar. Con los datos que encontré en nba.com y algunas otras fuentes menores, intenté contestar la pregunta: ¿Qué predice que una persona pueda llegar a jugar en la NBA?, y ¿Qué características comunes tienen las estrellas de esa liga?
Después de unas horas de (acá es la parte donde pienso si es mejor fingir que soy inteligente o fingir que soy didáctico, y si tengo que escribir “machine learning, modelos de clasificación binaria y regresión logística” o mejor “hacer unas cuentitas”) arribé a las siguientes conclusiones:
- Para jugar en la NBA, lo mejor es…..ser alto. Antes de felicitarme por mi sagacidad, déjenme ponerle números a la aseveración. La altura promedio de un jugador de la NBA, en toda la historia de la liga, es de 2,015 metros. Considerando la edad (nunca hubo jugadores de menos de 18 años o de más de 45) o la nacionalidad (casi todos estadounidenses y nunca hubo un jugador de la India,) la altura es el mejor predictor de si una persona jugará en la NBA. Y lo es en forma decisiva. Considerando entonces un hombre estadounidense, de entre 18 y 45 años: Si mide 1,75 metros, la probabilidad de jugar en la NBA es menor a 1 en 120 millones. Si tiene la altura promedio de la NBA (2,01 metros) la probabilidad salta a 0,7% (O sea, un millón de veces superior). Si, en cambio, toma hasta el fondo de la chocolatada y termina midiendo más de 2,19 metros, la probabilidad vuela al 35%. Finalmente, si mide más de 2,60 metros, juega en la NBA, garantizado.
Pero la segunda conclusión es la interesante. 2) Si uno ya juega en la NBA, la altura y el éxito no tienen correlación. De hecho, los mejores cincuenta jugadores de la NBA de todos los tiempos, tienen un promedio de altura de…2,014 metros, un milímetro por debajo de la media, con Michael Jordan y su 1,98 metros como ejemplo.
Si le preguntan a cualquier responsable de una empresa tecnológica, cual es su mayor preocupación actual, la respuesta más frecuente será “no hay suficiente gente”. Todos los días se publican notas que destacan la asimetría entre oferta y demanda de programadores, y las vacantes que se generan en forma creciente. Sin embargo, leyendo una encuesta, descubrí que un gran porcentaje de los jóvenes profesionales de tecnología sienten que, aunque conseguir trabajo es fácil, crecer en las empresas es muy difícil. En una analogía forzada, son como jugadores de 2,20 metros, frustrados por no llegar al salón de la fama. Les prometo que si me acompañan el martes que viene, les cuento por qué esto es totalmente lógico, por qué será cada vez más pronunciado, y qué cosas simples tiene que hacer un joven profesional de tecnología para llegar a lo más alto en su carrera.
