Pistacchio y las cajas sorpresa

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“Pasenmelón” aullaba mientras señalaba con la cabeza el tomo de “Quantum Field Theory” de Itzykson y Zuber.

Mientras 8 forcados portugueses (contratados exclusivamente para la tarea) lo sujetaban, el equipo de recursos humanos alejaba los libros más difíciles de su biblioteca.

Y es que Pistacchio no había logrado digerir la humillación de que su última pregunta (ver) había sido contestada correctamente por la mayoría de los consultados.

Decenas de aciertos, respuestas inmediatas y el lacerante mensaje “era más fácil que aburrirse en misa” sumergieron a Pistacchio en un tsunami de emociones que iban desde la frustración personal hasta la reivindicación de su postura crítica al concilio vaticano II.

Conscientes de que permitirle consultar los volúmenes mas abstrusos de su biblioteca sólo redundaría en desafíos de extraordinaria dificultad, le escondimos todos los libros (el año pasado se enojó y durante dos semanas les daba como consigna a los candidatos “crear una máquina de movimiento perpetuo en 25 minutos, y usando solo el envoltorio de un Toblerone”)

Así que vamos con un desafío simple y bastante popular:

Pregunta:

Pistacchio repite rigurosamente en N5 Now la siguiente rutina, que es conocida por todos los candidatos.

Tan pronto termina una entrevista exhibe tres cajas idénticas (pero numeradas del 1 al 3).

Una de ellas (Pistacchio sabe cual) contiene un cheque por 100 mil dólares. Las otras dos están vacías.

Cuando un candidato elige, digamos, la número 1, Pistacchio dice “te voy a mostrar algo” e inmediatamente abre una de las dos cajas no elegidas, mostrando que está vacía (imaginemos que es la número 3).

Acto seguido le pregunta al candidato:

“Quieres quedarte con la caja que habías elegido originalmente (en este caso la 1) o cambiar por la restante?” (en este caso la número 2)?

Opciones:

  1. Yo honestamente ni leo los problemas. Pongo like a todo lo que publica mi CEO/cliente/proveedor/amigo o a fotos de gatos en internet.
  2. Se tiene que quedar con la caja elegida. Es obvio que una de las otras dos cajas siempre estará vacía, por lo tanto al abrir una no hay información nueva, y ese gato no tiene las mejores intenciones.
  3. Da absolutamente lo mismo: Al eliminar una opción, la probabilidad fue de 33% a 50% en cada una de las cajas restantes.
  4. Siempre debo cambiar mi elección. Si me quedo con la mía tengo 1/3 de probabilidad. Si cambio tengo 2/3.

Respuesta:

Este problema no es más que una versión del famosísimo dilema de “Monty Hall”. Hay cientos de explicaciones en internet (y permanente polémica porque aún eminencias erraron en su momento la respuesta) pero un abrumador consenso estadístico dice que siempre se debe cambiar. La clave está en algunos aspectos que parecen triviales

  • Pistacchio sabe donde está el cheque
  • Siempre repite la rutina de abrir una caja vacía.

Para entender de forma muy visual por qué cambiar es una buena idea, imaginemos que en vez de tres cajas hay 3 millones de cajas. El candidato elige la número 1 y Pistacchio abre TODAS LAS DEMÁS CAJAS menos la 2.547.531. En ese caso, se debería quedar el candidato con la que eligió en el primer momento (con probabilidad 1 en 3MM) o cambiar por la que quedó cerrada (que intuitivamente notamos que es casi con total seguridad la correcta)?

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