Defienda bien sus posturas
Conocía bien el juego de las transacciones políticas, entendiendo que, en última instancia, las democracias no se rigen por esas pequeñas maniobras, sino por las personas. «La opinión pública es todo en este país» dijo en 1859.
El humor ayuda
La comicidad, con su giro vulgar, servía para recordarle a Lincoln y quienes lo escuchaban que la vida está llena de contratiempos y de vergüenzas. No queda más que seguir adelante, con alegría si es posible.
Esta es una lección importante para todas las frustraciones en la vida del emprendedor.
Los principios son lo primero
Los principios no son cosas incorpóreas, necesitan hombres que las hagan realidad. Lincoln formó parte de un partido que había extraviado sus principios, los Whig… Jamás volvería a pasarle. Cuando le llegó el momento de decidir entre ser abolicionista o demócrata no dudó.
«Lo tengo decidido, porque creo que la esclavitud no es un tema sobre el cual se puede llegar a un compromiso exitoso».
Ser inclusivo
Lincoln tenía una gran capacidad para hacer aliados. Pasó por alto las rivalidades para concentrarse en lo que él podía tener en común con hombres talentosos y combativos.
Expresó su regla general en un discurso en 1854: «Defiendan a quien defienda lo correcto. Defiéndanlo mientras esté en lo correcto y apártense cuando tome el rumbo equivocado».
Inspirar confianza
Para ser realmente un líder es importante que se transmita un mensaje positivo. Lincoln siempre trató de inspirar confianza a sus votantes a través de una actitud optimista. Por ejemplo, cuando fue nombrado candidato del Partido Republicano: Aunque en su fuero personal tendía a ser fatalista, no dejó que eso detuviera su trabajo para ser electo.