A lo largo de la historia, las mujeres en Argentina han tenido una presencia significativa en la tenencia de cuentas bancarias debido a su alto grado de participación en programas de ayuda social, jubilaciones y pensiones. Sin embargo, en cuanto a la posesión de cuentas de pago, la brecha de género ha favorecido a los hombres, lo que también se ha reflejado en la propiedad conjunta de ambos tipos de cuentas.
Sin embargo, a partir de junio de 2020, la brecha de género en la tenencia conjunta de cuentas comenzó a disminuir y se volvió negativa en junio de 2021. Este cambio podría estar relacionado con la evolución del mercado laboral, que ha mostrado una disminución en las brechas a favor de los hombres durante el mismo período. Además, los niveles de empleo de las mujeres han alcanzado valores máximos desde al menos 2007. En consecuencia, casi la mitad de las mujeres adultas en Argentina contaban con ambos tipos de cuentas a diciembre de 2021, lo que representa un progreso significativo en términos de acceso al sistema financiero formal.
Es importante abordar esta brecha de género en la bancarización, ya que el acceso a servicios financieros es esencial para la inclusión financiera y el desarrollo económico. Las medidas para reducir la brecha podrían incluir la promoción de la educación financiera para mujeres, la eliminación de barreras geográficas y la promoción de servicios financieros accesibles y adaptados a las necesidades de las mujeres.
