El país muestra un alza en startups abocadas a productos y servicios financieros, un crecimiento que expande las oportunidades a segmentos con dificultades para acceder a la oferta tradicional.
En un país como Argentina, que cruza una nueva crisis económica y cuyo avance en la digitalización no se da de forma pareja en todos los ámbitos o en toda la sociedad, la bancarización es una cuestión a resolver. En ese contexto, el sector empresario asegura estar aportando alternativas de la mano de las startups y las fintech.
«Estamos hablando de una tendencia de años, que refleja un aumento gradual, pero que claramente deja precedentes del escenario que se viene», explica Julián Colombo, CEO y fundador de N5, fintech especializada en soluciones para la industria financiera. En ese sentido, ejemplificó con que «a la hora de solicitar un crédito las personas y entidades como las micro, pequeñas y medianas empresas pueden verse excluidas por no cumplir todos los requisitos».
Según el último informe sobre el sector del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las fintechs crecieron un 37,3% entre 2020 y 2021 y concentran un 11% de las plataformas de América Latina y el Caribe— con 276 empresas. Desde 2017, el país aumentó de 183,5%, por encima del promedio de otras geografías de la región, que en el mismo período avanzaron 153%.
Para Colombo, «la historia y contexto económico de nuestro país nos enseñó a estar atentos a cualquier instrumento que pueda sernos útil, y la industria fintech es el ejemplo más claro de esta mirada innovadora». «La transformación digital es protagonista para mejorar los servicios disponibles e incluir a la mayor cantidad de segmentos poblacionales posibles», destaca el CEO y asegura: «Desde N5 entendemos que esto se debe a las características propias que nos presenta la digitalización y por eso nos ponemos como objetivo digitalizar operaciones sin tener que desarmar las estructuras ya existentes ni acostumbrar a los clientes a productos genéricos».
En el ecosistema fintech argentino y regional las empresas identifican las necesidades de la gente, como el acceso al crédito, y buscan la oportunidad de resolver el desafío dentro del contexto que ya conocemos. Según el BID, casi una cuarta parte de las fintechs a nivel mundial son latinoamericanas y caribeñas. Dentro del ranking, Argentina ocupa el cuarto puesto, detrás de Brasil, México y Colombia. «Esta visión de resiliencia económica hace que el potencial de nuestra industria sea enorme», indica Colombo.
Respecto al futuro, el ejecutivo cree que «no faltara mucho hasta que comiencen a crecer» las startups de Bancos Digitales y Finanzas Abiertas. Finalmente, concluyó: «Con las novedades de regulación y disposiciones normativas de Open Banking y Open Finance en el cono sur, la innovación de las plataformas fintech llegará a nuevos niveles y nos sorprenderán con servicios y productos que, estoy casi seguro, no podremos imaginarnos aún».
Editorial: Ambito